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Turronesydulces.com es una empresa que nace en el mundo digital y que ha dado el salto al mundo offline al contrario que todas las marcas. Nace con una misión concreta, poder dar turrón artesano de calidad a todo el mundo y durante todo el año. Nuestros turrones tienen denominación de origen y estan elaborados con ingredientes naturales, de alta calidad. 

Como hemos dicho somos una tienda tanto nline como offline. Además ofrecemos el mayor catálogo de turrones y dulces artesanos con Denominación de Origen Jijona y Alicante fabricados con nuestras fórmulas de toda la vida.

La marca de los turrones que utilizamos y fabricamos es la propia de la página web:turronesydulces.com. Hemos preferido usar un nombre genérico ya que nos permite ser un marketplace de marcas y tipos de turrón sin limitarnos a una marca propia.

Nuestros turrones proceden de Jijona, la mayoria de la fábrica Jijona S.A., emblemática empresa formada por más de 200 socios y maquileros. El maquilero es aquel socio que fabrica su turrón con sus propias materias primas y fórmulas. En esta fábrica también se realizan turrones de El Abuelo por ejemplo.

Firma turrones y dulces

 

 

 

También queremos darte a conocer otras marcas como...

Turrones San Andrés

La herencia, palabra clave que responsabiliza a los antecesores de las buenas ideas, San Andrés lo sabe. La transmisión de los mejores intereses y de pensamientos arraigados a tradiciones trae como resultado un linaje creativo y exitoso. Un grupo reunido con la más fina intención de fabricar dulces que se extiendan más allá de las fronteras.

Las jugarretas de la historia que dejan a su paso misterios e hipótesis, impulsan a la curiosidad para descubrir novedades. Lugares místicos, cuentos de carretera, testimonios de los nietos de uno que otro personaje célebre por sus proezas. Es el conjunto perfecto de situaciones contrastadas con una imagen de colonia sin igual lo que describe a Tobarra.

Tierra asociada con “Don Quijote”, integrante de la provincia de Albacete y albergue de incesantes tradiciones familiares de interés nacional. Hogar de los dulces y el tambor que resaltan su nombre a favor de los relativamente pocos habitantes. Otra joya de España que viene a contar con su propia voz a qué se dedica con tanta pasión.

San Andrés, el turrón de Albacete

Es imposible no pretender apostarle todo a empresas surgidas en las entrañas de los lugares más tradicionales del mundo. Cuentan con las motivaciones correctas en cuanto a cultura e intención de cumplir las expectativas más exigentes del mercado actual. Abriéndose paso a velocidades destacadas en un mundo lleno de competencias y uno que otro obstáculo en el camino.

Así es San Andrés, el fruto predilecto del vientre de Tobarra, quien sin duda alguna llegó para quedarse. Enalteciendo las características culturales más fuertes del municipio y la provincia por medio de sus más finos y deliciosos productos.

 

 

Tres generaciones, una idea y un punto de partida

Ya en su momento, los padres y abuelos habían destacado sus labores en el ramo de la turronería artesanal. No bastaba con eso, debían garantizar que el conocimiento y el oficio rompieran las barreras del tiempo. Encontrando en la descendencia el mismo interés y el mismo espíritu productivo, soñador y luchador propio de artesanos natos.

Fue en el año mil novecientos ochenta y cuatro cuando esos ideales colaron e impulsaron la apertura de San Andrés. Llenos de conocimientos traspasados de familiares expertos pero con visiones aún más ambiciosas y proyectadas al futuro. Momento en el tiempo que no tardaría mucho en llegar, pues el trabajo fue enfocado en las direcciones correctas.

En una primera instancia su comercialización estaba limitada a la extensión nacional, sin dejar reposar las ideas de crecimiento. Hasta llegar el momento de la ebullición y comenzar a posicionarse en mercados internacionales de varias partes del mundo. Alcanzando de esta manera niveles importantes de reconocimiento y niveles de ventas de alto valor numérico.

Llega el año mil novecientos noventa y nueve y su éxito rotundo deja claro que deben expandirse obligatoriamente. La demanda de sus productos era tan alta que no alcanzaban la capacidad requerida en ese momento. Augurio de buenas decisiones y de una calidad absoluta que abriría las puertas del mundo para estos grandes emprendedores.

Comienza entonces la era de la modernización y la expansión para San Andrés, enfocándose en nuevos objetivos. Adquiriendo maquinaria que permitiera el aumento de la productividad a un nivel considerable que cubriera las necesidades de los clientes. Haciéndose con tecnología de punta y con un importante número de terrenos que facilitaran las futuras ampliaciones.

Procesos automatizados con raíces de antaño

Como la mayoría de las turronerías los comienzos se limitaban a lo rudimentario, nada más que un básico aparato. La incesante labor de un par de manos, materia prima y una ingeniosa mente danzando la sinfonía de la creación. Pocas cantidades de producto pero con garantías de calidad indudables, gracias a la supervisión personal de la producción.

Al mismo tiempo que las ideas se colaban en los procesos creativos, las tecnologías de la ingeniería se abrían paso. Buscando la manera de aumentar las capacidades de elaboración por medio de la industrialización dentro de las fábricas. Encontrándose con un poco de renuencia por parte de los maestros pues dudaban de las garantías de la calidad.

Miedos superados posteriormente cuando se descubrió que la intervención de nuevos mecanismos no necesariamente afectaría a la calidad del producto. Desde entonces ambas ramas funcionan como un engranaje que elabora dulces a nivel masivo logrando mantener la esencia. Consiguiendo el más importante de los logros, la confianza de los consumidores día a día.

La ventaja de San Andrés es que aparece en un momento donde las tecnologías ya se encontraban avanzadas. Evidentemente la apuesta del año noventa y nueve fue evolucionar inmediatamente al siguiente nivel de producción y proyectarse aún más. Contando actualmente con procesos de primera y trabajando con materias primas de calidad y de origen cien por ciento natural.

Galería de productos, de la naturaleza al paladar

Una característica importante de la empresa es que se esmera por la utilización de materias totalmente naturales y frescas. Manteniendo un concepto simple y clásico que los ha llevado a caminar por terrenos seguros de éxito. Ha sido el recorrido el que ha hablado por ellos y demostrado que muchas veces en lo simple está todo.

En la gama de turrones San Andrés se pueden encontrar cuatro presentaciones bajo la modalidad de empaque en tableta. El turrón duro “calidad suprema”, el mismo turrón pero esta vez sin azúcar, ambos clásicos y muy solicitados por todos. Sumando dos turrones más a la colección combinados con extra almendra y extra cacahuate en un tradicional empaque.

Por otra parte se encuentran los soft nougats en las presentaciones de “caprice” y “estuchado” respectivamente. También se encuentran las mini versiones de las tabletas llamadas “porciones”, con el mismo sabor y calidad. Formando así una interesante gama de variedades en turrón tradicional y artesanal, provinciano de Albacete e hijo de España.

Por último la empresa ofrece otras alternativas en confitería, insertando las grageas de chocolate, los dulces y bombones. Las particulares almendras rellenas y la peculiar familia de frutas confitadas en varias y diferentes versiones. Integrando a la gran familia de San Andrés.