Turrones 1880
Turrones 1880 y el municipio de Jijona están estrechamente relacionados. En primer lugar, Jijona que se ubica en la provincia de Alicante, se considerado como el lugar donde inició la historia o se dio el nacimiento del turrón. Esta región española realmente reúne una gran trayectoria en cuanto al postre se refiere.
Nacimiento de 1880
Asimismo, turrones 1880 es una de las marcas fabricantes de dicho producto y se ubica en suelo jijonense. Su historia es muy interesante y tiene su origen en el año 1725. Desde sus primeros días tuvo un concepto orientado en su totalidad a la importancia de la familia. Esta ha sido siempre el núcleo y base de toda la empresa turronera.
Esta marca tuvo como fundador a Juan Sirvent Carbonell. En la actualidad Juan es considerado como una de las figuras más destacadas o de mayor relevancia en el mundo o la tradición del turrón. Esto se debe a que él perteneció a la lista de los inventores o creadores del mundialmente reconocido turrón de Jijona.
Este tipo de turrón, es el principal ejemplar que representa a la dulcería española. Tiene consistencia blanda, color casi igual al blanco y un grandioso contenido de almendras, que además se presentan enteras.
Juan Sirvent Carbonell y su legado
Continuando con la historia de turrones 1880, Juan Sirvent Carbonell enseñó a sus hijos todos los conocimientos que poseía en cuanto a los procesos, técnicas, procesamiento de materias primas y los más especiales secretos, en cuanto a la fabricación de los turrones, a todos sus hijos. Ellos asumieron esta información como la mejor herencia recibida.
En consecuencia, toda la descendencia de Sirvent Carbonell decidió continuar con el legado, que por supuesto pasaron a sus hijos y ellos a los suyos. Todos los secretos se han mantenido intactos, y turrones 1880 ya reúne casi 300 años en la industria. En la actualidad, turrones 1880 continúa como una de las marcas que fabrica el dulce y otros postres.
Incluso, mantienen el slogan que tanto tiempo atrás, comenzaron a usar para su identificación y reconocimiento: El turrón más caro del mundo. Este emblema se asocia al orgullo de sus creadores, por el trabajo realizado a través de los años y el esfuerzo de la familia, durante tantas generaciones. Sin mostrar señal de descanso, agotamiento o hastío.
Por el contrario, siempre dispuestos a trabajar y ofrecer a los amantes del dulce, lo mejor de su producción. Es importante precisar, que aún emplean los procedimientos artesanales que usaron desde sus inicios, aunque en conjunto con las maquinarias y técnicas más modernas, que la actualidad exige.
Pues estos procesos artesanales cuentan con la confianza de todas las empresas turroneras en el país. Forman parte del conocimiento de todos los precursores del postre. Son las técnicas desarrolladas de las manos de tantos artesanos, que a través de la historia han logrado que el turrón, sin importar su origen se mantenga tan vigente y gozando de gran privilegio.
Turrones 1880 continúa conservando sus instalaciones en la provincia de Alicante, en Jijona. Empapandose de esa historia que sus ancestros construyeron, haciendo suyo aun más, todas las creaciones, tradiciones y legado, que acompaña esta tierra española y que tanto ha dado al país, en materia de gastronomía.
Cualquiera que se atreva a perderse en las calles de Jijona y descubrir su historia, debe conocer el trabajo de los maestros turroneros, un gran ejemplo, es de la mano de Juan Sirvent Carbonell y turrones 1880.
Turrones 1880 y El Lobo
En el mismo orden de ideas, este empresario y amante del turrón y de todas sus costumbres y tradiciones, no solo fundó y mantuvo en pie la marca de 1880. Sus aspiraciones y sueños, en suma a sus imponentes visiones del futuro y trabajo duro, lo llevaron a desarrollar o apostar por otras inversiones. Esto tuvo como consecuencia, la creación de otras marcas hermanas como turrones El Lobo.
Productos de 1880
Ambas marcas de Juan Sirvent Carbonell forman parte, en la actualidad, de la empresa de Alicante, denominada Almendra y Miel. En cuanto a los productos que ofrece esta antigua industria jijonense, destacan por supuesto, el turrón de Jijona y Alicante, que jamás pueden faltar. Estos son emblema de la dulcería española en general y su mayor representación.
Seguidamente, cuentan con tortas de turrón en sus varios tipos, más bombones, pues nunca puede haber carencia del extraordinario chocolate. Incluso, ponen a disposición porciones que son una representación de los snacks o meriendas para quienes no pueden poner resistencia al dulce. También, ofrecen bandejas para las fiestas o celebraciones, packs de regalos y líneas exclusivas. En estas líneas los turrones cuentan con características superiores o ciertas diferenciaciones comparadas con el resto de sus productos. Para aquellos que su cuerpo no es apto para el gluten o la azúcar, la marca 1880 cuenta con dulces especialmente pensados en ellos.
Cabe destacar, que la marca 1880 en compañía de turrones el Lobo cuenta con el museo del turrón. En este lugar se reúnen todas las memorias, recuerdos, experiencias, conocimientos y cada paso de la familia Sirvent que apostó todo a favor de construir estas marcas. Cualquier persona que desee indagar sobre la historia de los Sirvent debe acudir a este histórico lugar.
En resumen, la historia de turrones 1880 es el reflejo de las tradiciones familiares de la familia Sirvent Carbonell. Un grupo de gente trabajadora que halló la manera correcta de materializar sus ilusiones hasta convertirlas en un gran legado y una de las representaciones de trabajo duro en el país.
Pero no solo se trató de hacer realidad los sueños. Esta marca y su familia como muchas otras aportaron a la historia de Jijona y España. Pues contribuyeron a formar las bases de la tradición turronera y mantener las costumbres al respecto, dando su vida y su pasión. Ahora España puede contar que posee una de las más extraordinarias obras en cuanto a la gastronomía dulce se refiere.
Cada fiesta navideña es engalanada con el postre, no solo es un emblema de la fecha. Ya se ha convertido en símbolo de unión, de cariño entre hermanos y amigos, que se reúnen bajo el calor familiar para juntos disfrutar de los sabores dulces en sus mesas.