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Turrones Casa Mira en Madrid

Las almendras tostadas de la más elevada calidad y la miel de los mejores panales se unen para dar forma a uno de los más deliciosos dulces, el turrón. Este exquisito postre es una de las obras más emblemáticas de España. Tanto que no solo ha logrado recorrer el resto de Europa, también se disfruta en América y en tierras milenarias de Asia.

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La turronería Casa Mira en Madrid

Si estás por Madrid, no dejes de visitar uno de los lugares más emblemáticos del centro. Cerca del Congreso de los diputados, al lado de la Puerta del Sol, en la carrera de San Jerónimo, encontrarás la mítica Casa Mira de Madrid, una turronería donde venden turrones desde el siglo XIX. Simplemente por ver cómo conservan su tienda vale la pena ir. Si estás cerca de la Navidad verás sus intensas colas.

Fundación de Casa Mira de Madrid

En el año 1855 fundó su empresa Luis, conocida como turrones Casa Mira, ubicada en la carrera San Jerónimo. Su trabajo fue tan reconocido que se convirtió en el proveedor de la casa real de Isabel II, de la Regencia de María Cristina, entre otros. Incluso recibió distinciones, entre las que destaca la Medalla de la Orden de Isabel la Católica en 1868.

Posteriormente, la vida de Luis Mira llega a su fin, pero no su legado. Su trabajo se mantiene tan fuerte como siempre. Su hija mayor Carlota Mira se casó con un hombre de Alicante llamado Vicente Ibáñez, quien se encargó del negocio familiar. Años más tarde tuvieron hijos quienes por supuesto siguieron la tradición turronera de su abuelo y sus padres.

Esta trayectoria continúa hasta la actualidad, Casa Mira ya reúne 6 extraordinarias generaciones, todas descendientes del señor Luis.  Hoy es su tataranieto Carlos Ibañez Méndez quien lleva las riendas de la fábrica.

Casa Mira, un lugar de historia

Por otro lado, turrones Casa Mira es un lugar increíble. No es solo el lugar de donde continúan originándose los turrones. Es también un sitio repleto de historia, relata la vida de su fundador. Consta de una sala de gran tamaño y forma cuadrangular. Las paredes tan antiguas están cubiertas de caoba y adornadas con espejos.

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El techo es de escayola, por todos los rincones reinan los motivos florales y los mostradores son de cristal. Frente a la puerta se exhibe un retrato del fundador, pero unas de las piezas más interesantes son las inscripciones que revelan la antigüedad de la marca. En Casa Mira se aprecia  un escudo policromado con madera, el cual da prueba que Luis fue Proveedor de la Real Casa.

En la parte trasera del lugar, se encuentran diferentes pasillos y cocinas. En ellas se fabrican sus variados productos. Siempre conservando los métodos artesanales, que desde antaño se han empleado. Desde la selección de materias primas hasta la entrega al consumidor.

Luis Mira y su trabajo

Además de creer en sus aspiraciones, proyectos y lo más importante, en el trabajo y en la unión familiar. Uno de estos grandiosos protagonistas o artistas confiteros fue Luis Mira. Él posee una historia increíble y digna de admirar, es el reflejo del amor por el trabajo y la pasión por el arte con el que se vive.

Luis Mira era un joven oriundo de Jijona, lugar de tantas historias de legados al mundo del turrón. Él con apenas 21 años decidió dejar su tierra natal para probar suerte en Madrid. En el año 1842 inició el negocio de la fábrica del turrón, de forma completamente artesanal. Para su comercialización instaló un puesto en la Plaza Mayor.

Incluso, su nombre se vincula a casi una leyenda. Diversos relatos dan testimonio que cuando iniciaba sus viajes para trasladarse a Madrid, lo hacía con un carro, el cual era tirado por 2 burras. Allí llevaba sus productos. No obstante, antes de llegar a Madrid lograba vender su  dulce mercancía. Luis con su entera juventud siguió trabajando duro por muchos años.

Posteriormente, se casó y tuvo 5 hijos, 4 niñas y un niño. Aunque 24 años más tarde, cuando aún gozaba de juventud, su hijo perdió la vida. Por supuesto, Luis Mira no se rindió y continuó con su pequeña empresa, de hecho heredó todo su conocimiento a sus hijas, con el fin de preservar su legado.

Productos de Casa Mira Madrid

Entre los productos que la pastelería Casa Mira fábrica, se encuentran en primer lugar, como no puede ser de otro modo, los turrones, en sus diversas presentaciones. Así tenemos los tradicionales de Jijona y Alicante, el turrón de guirlache, yema tostada, de chocolate y chocolate con almendras. También, el turrón de Cádiz, de avellana, frutas, coco y nieve. También son especialistas en los típicos pasteles de yema y de gloria.

Cabe destacar, que también ofrece un turrón sin azúcar, para aquellos clientes que deben restringirla en su dieta, como los diabéticos.

Turrones Casa Mira en Málaga

En Málaga también hay una Casa Mira, donde ofrecen turrones y helados artesanos de Jijona, concretamente en la famosa Calle Larios, una de las más conocidas y caras de España.

Son dos tiendas, pero regentadas por diferentes empresas. Aunque estén conectadas familiarmente, ya no son la misma empresa, aunque descienden del mismo Mira.

Además, no tienen nada que ver con Casa Mira de Madrid, aunque también puedes comprar turrones artesanos muy buenos y hechos en Jijona.

El turrón tiene forma de tableta, aunque también es muy común verlo en porciones y en tortas. En España es el producto que no puede faltar durante las celebraciones navideñas. Muchos esperan con ansias esta época para ver la producción del postre en todo su esplendor. Luego, bajo el calor familiar, todos reunidos a la mesa deleitarse con su sabor único.

Esta tradición se inició gracias a la herencia de los árabes. Esta mística civilización llegó al país cientos de años atrás, aprovechando los recursos que la grandiosa tierra les proporcionaba. Además de esparcir sus tradiciones y propia cultura. Un legado tan fuerte que aún se puede observar. Miles de las alcazabas y palacios construidos, incluso muchas iglesias conservan sus características arquitectónicas.

En suma, dejaron el sabor de su cocina, una gastronomía maravillosa que en la actualidad engalana muchos de los platillos preparados a lo largo y ancho de la nación. Pero es quizá el turrón, una de las más resaltantes pruebas de los árabes. Llegó en tiempos inmemoriales para quedarse y ser cada día más fuerte.

En España, el turrón llegó para hacer de la pastelería y la cocina dulce en general un mundo al que nadie se puede resistir. Asimismo, este maravilloso dulce cuenta su propia historia. Forjada por los grandes artistas que apostaron por su talento y confiaron en la sabiduría de sus tierras que tantos productos sin igual les brindaban.